La Granja de San Ildefonso



La Granja de San Ildefonso es un pueblo que pertenece a la provincia de Segovia, a pie de la Sierra de Guadarrama, y en la cabecera del río Eresma, o como mejor se le conoce en estas tierras, el río Valsaín. Fue el primer monarca de la dinastía Borbón en España, Felipe V, quien mandó construir un palacio que le sirviera de lugar de retiro una vez dejase la corona en manos de su hijo.



Historia


La frondosidad de sus bosques convirtieron este enclave en uno de los lugares de caza preferidos de reyes y nobles. Enrique III fue el primero que, para el buen desarrollo de esta afición, mandó construir varios pabellones de caza.

Enrique IV tras un lance con una fiera, mandó construir una ermita al lado de los pabellones de caza, bajo la advocación de San Ildefonso, y en agradecimiento por haber salido con vida de aquel encuentro.

Posteriormente los Reyes Católicos donaron estos terrenos a los monjes jerónimos que habitaban el Monasterio del Parral, en Segovia, quienes construyeron una granja, de ahí el sobrenombre con el que posteriormente se le conoce.

En 1720 Felipe V abrumado por el excesivo trabajo de la Corte, y pensando en su retiro, compró los terrenos a los monjes con el firme propósito de construir un palacio en el que descansar una vez la corona hubiera recaído en su sucesor, Luis I, pero su hijo murió, por lo que se vio obligado de nuevo a volver al trono, con lo que la modesta casa de campo tuvo que ir ampliándose para que pudiera establecerse parte de la Corte, convirtiéndose de esta manera en un Real Sitio. Así se construyeron el Palacio, los Jardines, y poco a poco fue creciendo el pueblo alrededor.