Sepúlveda - Lugares de interés
PLAZA MAYOR
Es rectangular y parcialmente porticada. En uno de sus lados destaca el
Palacio del Conde de Sepúlveda, del siglo XIX y en donde destacan los
labrados hechos en la piedra.
Detrás se ven los restos de los torreones
de desparecido castillo-palacio. La espadaña que adorna uno de los
torreones tiene las campanas con las que se da las horas y en su
momento el toque de queda.
En esta plaza se han celebrado mercados,
ferias y corridas de toros.
IGLESIA DE SAN BARTOLOME
Se accede a ella por una escalinata que nace en uno de los extremos de
la Plaza Mayor. Es un templo románico de
finales del siglo XI o principios del XII en su parte más antigua que
es el ábside.
Se encuentra a pie del cerro de la Picota, en el lugar en
donde se producían los enterramientos de los arévacos, según lo restos
encontrados. Se trata de una iglesia del arrabal, que consta de una
sola nave con un ábside de sillería.
La nave se cierra con una cubierta
de madera sobre arcos de piedra y el ábside con una bóveda. A los lados
de la nave se hicieron dos capillas a modo de crucero. En la torre
destacan los arcos de medio punto sin decoración.
Debido a la situación
de la iglesia, el pórtico se abre en el lado norte, en vez de en el sur
como era costumbre. Los arcos son de medio punto sobre pilares y la
puerta es sencilla decorada con motivos vegetales.
Al visitar el interior de la iglesia encontramos varios retablos sobre todo barrocos,
recogidos de la iglesias que desaparecieron, pues Sepúlveda contaba con
quince iglesias. Destaca el retablo barroco en cuya hornacina central
se representa a San Bartolomé con el diablo a los pies sujeto por una
cadena.
IGLESIA DE SANTIAGO
Templo románico de finales del siglo
XII
o principios del XIII, en la actualidad alberga el Centro de
Interpretación de la Naturaleza.
Tiene una sola nave rematada por un
ábside de estilo mozárabe con doble arquería de ladrillo y decorada con
motivos geométricos. La torre tiene dos cuerpos, estando decorado el
superior por arcos de medio punto.
Existe una cripta subterránea que
posiblemente fueran restos de una iglesia anterior con tumbas excavadas
y datada en aproximadamente el siglo X.
IGLESIA DE EL SALVADOR
Es de estilo románico y data de finales del siglo XI. Tiene una sola
nave y un ábside semicircular, cerrados
por bóvedas de medio cañón y de horno. Tenía una cripta subterránea de
la que sólo queda el hueco por un error en las labores de restauración.
Tiene una torre en el lado norte comunicada con la nave por un pasillo
abovedado. En la parte superior destacan dos hileras de vanos,
típicamente románico.
Dicha torre cumplía labores militares, como
complemento al recinto defensivo de la ciudad, y religiosas, como parte
de la iglesia.
La galería porticada se cree que se adosó
posteriormente, sobre el siglo XIII, apreciándose claramente cierto
cambio de estilo: ocho arcos repartidos en cuatro arcadas con capiteles
decorados.
SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA
Este santuario tiene una única nave con cabecera semicircular y
rematadas con bóvedas de sillería.
Debido a la
similitud con la Iglesia de El Salvador, hay quien dice que es una
réplica algo más tardía.
En el exterior de la cabecera se añadieron
bastante más tarde (s. XVII) el camarín de la Virgen y la sacristía,
utilizando para ello sillería románica, procedente muy probablemente de
la desaparecida iglesia de San Sebastián.
La torre se adosa en la parte
norte del santuario, destacando en la parte más alta las tres hileras
de vanos. En la torre se puede ver el año de comienzo de su
construcción: 1144.
En los muros sur y oeste se encuentra el pórtico,
del que sólo se conservan originales dos arcos de medio punto. En el
tímpano destaca en el centro el Pantócrator, rodeado por los
cuatro evangelistas.
En las dos primeras arquivoltas se representan a seis
ángeles y los veinticuatro ancianos de la apocalipsis. La tercera
arquivolta está decorada con motivos vegetales. En la clave aparece una
mano diestra en actitud de bendecir, que sería la mano del Señor.
En el
dintel podemos ver a mano derecha un hombre armado montado sobre un
dragón y a mano izquierda al arcángel San Miguel disputando con un
demonio el alma de un hombre que se dispone a ser pesada en una
balanza; en el centro dos ángeles sostienen el crismón.
En su interior destaca un retablo barroco del siglo XVIII en cuyo
centro hay una
hornacina en donde se asienta una talla románica de la Virgen de la
Peña con el niño, que sostiene en su mano un bola del mundo. La talla
está fechada a finales del XIII o principios del XIV y fue descubierta
por una pastor en una pequeña gruta a la que se puede acceder bajando
por una pequeña vereda desde la parte posterior izquierda del
santuario.
HOCES DEL RIO DURATON
Se han convertido en parque natural debido a la gran variedad de fauna
y flora existente.
El río
aquí discurre entre paredones de roca caliza formada en la Era
Secundaria, y que tiene numerosas oquedades que han servido desde
siempre para que fueran utilizadas por los humanos y por los animales.
Actualmente son habitadas en su mayoría por los buitres leonados,
siendo uno de los parajes en donde sobreviven mayor número de estas
aves, 250 parejas aproximadamente.
También se pueden encontrar
ejemplares de garza real, luganos, jilgueros y pardillos entre otras
especies.
Llama la atención en medio de un gran promontorio la ermita
de San Frutos, patrón de la diócesis de Segovia. Es una de las
construcciones románicas más antiguas de Castilla. También en las
proximidades nos podemos encontrar las ruinas del Monasterio de Nuestra
Señora de los Ángeles de la Hoz.